Encerrada

Llevo varios días encerrada en casa. No sé si alguna vez habéis entrado en el mismo estado en el que entro yo. Es un estado de encierro automático en el que sin saber el motivo decides no salir de casa, no hacer nada, únicamente pasar las horas haciendo puede que una misma cosa en estado de repetición, como si de una mente obsesiva se tratara.

Puedo pasarme horas y horas delante del ordenador leyendo, investigando algo que me provoca curiosidad.

El caso es que llega un momento en que no recuerdo muy bien porque estoy haciendo lo que estoy haciendo.

Puede que en el proceso incluso alguien contacte conmigo para proponerme un plan, sin embargo me digo ¡No, estoy cansada, prefiero no salir!

Y de repente eso que tenía que ser un día de descanso se empieza a transformar en una inundación de sentimientos de soledad, vacío, tristeza, …

Te ves encerrado en tus propias decisiones puesto que de repente sin pensarlo te has visto sumergido en un estado que a penas te podías imaginar.

Y es que en el día a día uno va con su armadura a batallar pero no puedes estar eternamente en la lucha, hay un instante que sale todo el agotamiento, todo el cansancio, todo el dolor, el agobio…y solo en la absoluta soledad empieza a emerger todo aquello que estaba escondido bajo aquella protección, aquella sonrisa,  aquel…todo va bien!

Sumergida en una tormenta de emociones en el que es difícil poder vislumbrar nada, únicamente las aguas removidas, la marea que no sabes a donde te lleva…

Sumergida en la tormenta

Entras en un estado de confusión de no saber lo que sucede…
y pretendes controlar la situación, sin embargo no puedes…
y poco a poco te vas enredando en tus propios pensamientos, pensamientos sin fruto alguno, solo observándote en un estado de parálisis.
Se te empiezan a pasar por la mente vagos pensamientos que incluso te hacen distanciarte aún más del presente a comparar un pasado mejor o a intentar pronosticar un futuro especial…
Y hay un momento en que no entiendes ni tu vida, ni tus pensamientos…
Te vas ahogando en esa corriente donde ola tras ola a penas te permite sacar cabeza.
Hacia donde me dirijo? Es un ir y venir en el que tú no puedes hacer nada, como un ser diminuto en medio del mar que se ha visto de repente inundado de una tormenta, arrastrado sin más. Por olas y más olas que no te permiten salir ni siquiera a coger oxígeno del exterior.
Y te preguntas…¿Por qué decidí encerrarme en esta oscura soledad, si antes todo iba tan bien…?
Y ante tanta resistencia, tanto control, tanto querer reflotar, ver tierra firme y ver que es imposible salir de semejante lugar…
al perder todas tus fuerzas, …
¡desistes! y te hundes sin más…
y es entonces cuando te das cuenta..
que lo único que puedes hacer es rendirte, dejarte llevar por la corriente, dejarte llevar hasta que de repente sin saber, sin entender.. apareces en la orilla, …
como un sueño…
¿Que sucedió?…
Si apenas podía respirar,…

Y es que no podías ir contra la corriente de tu propio pulso vital.
Permítete la soledad, la tristeza, el vacío…y solo así la compañía, la alegría y la plenitud aparecerán o podrán tener lugar, solo dejando fluir el agua del río, solo dejando que el propio fluir de tus ciclos, de tu ser, solo respetando cada instante las aguas volverán a su cauce, ..
como decía una canción… “después de la tormenta siempre llega la calma”, lo que no se dijo que puede que después vuelva otra pero no pasa nada, ya sabes que sucederá, si te sumerges, el propio mar te conducirá,  así que confía y no temas más.

Ana CalderónAna Calderón  Artista, Terapeuta Gestalt y formada en Astrología Psicológica.

Combina sus conocimientos en terapia, arteterapia y astrología psicológica en pos del crecimiento personal y el desarrollo del potencial que aguarda en el interior de las personas.

Más información sobre Ana Calderón ; Contacta: contacto; consulta terapéutica: Consulta

Otras consultas: clica aquí